Análisis microbiológicos
El diagnóstico microbiológico es un apoyo fundamental en el diagnóstico clínico de las enfermedades infecciosas orales y maxilofaciales. Este diagnóstico permite realizar un tratamiento antimicrobiano dirigido que evita tratamientos innecesarios y disminuye los posibles efectos adversos e interacciones del tratamiento empírico. Además puede ayudar en la toma de decisiones sobre el mantenimiento o adecuación de un tratamiento empírico basado en la sospecha clínica. En el caso concreto de las distintas presentaciones clínicas de candidiasis oral o de enfermedades asociadas a este hongo, como la estomatitis protética, el aislamiento e identificación de la especie de Candida implicada en el cuadro es fundamental para evitar fracasos terapéuticos o recurrencias asociadas a una menor sensibilidad a los fármacos antifúngicos.
El estudio microbiológico de las enfermedades infecciosas de la mucosa oral, de los tejidos blandos, de las glándulas salivales y del hueso, está basado principalmente en la observación al microscopio y el cultivo en los medios microbiológicos apropiados de las muestras clínicas relevantes. Por este motivo, es muy importante obtener una muestra clínica suficiente y representativa para que podamos realizar el diagnóstico.
Es importante en la toma de muestra clínica:
- Escoger la lesión o lesiones más representativas.
- Realizar una toma representativa de la lesión (varias tomas en lesiones grandes y/o múltiples) y referenciarla adecuadamente.
- Tratar cuidadosamente las muestras, tanto durante su obtención como una vez obtenida.
- Introducir la muestra inmediatamente después de su toma en el medio de transporte.
- Enviar la muestra lo más rápidamente al laboratorio adjuntando información clínica diagnostica.
El cultivo de la muestra se hace habitualmente en agar glucosado de Sabouraud o en un agar cromógeno específico para el aislamiento de Candida y otras levaduras de interés clínico. En la realización del cultivo y su posterior estudio se valora el número de colonias fúngicas crecidas que permite una valoración semicuantitativa de la población microbiana presente en la lesión.
También se valora la presencia de colonias fúngicas de diferente color, forma y textura porque da una imagen de si la infección está causada por una única especie (infección monomicrobiana) o por dos o más (infección polimicrobiana o mixta). Este dato es importante porque aunque son más infrecuentes, las infecciones polimicrobianas suelen plantear mayores problemas terapéuticos. En las infecciones monomicrobianas, Candida albicans es la especie prevalente, seguida de Candida glabrata y Candida tropicalis. Las candidiasis mixtas suelen estar causadas por Candida albicans y otra especie de levadura. Las infecciones causadas por especies diferentes de Candida albicans plantean habitualmente mayores problemas diagnósticos y terapéuticos y pueden ser menos sensibles a los fármacos antifúngicos empleados habitualmente.
El diagnóstico microbiológico es un proceso racional que se alcanza con el estudio microscópico y el cultivo de las muestras clínicas, seguido de la identificación bioquímica, inmunológica o genética de los microorganismos aislados y de la elaboración de un juicio razonado donde son esenciales los datos clínicos. En la mayor parte de los casos, el microbiólogo tiene suficientes elementos como para elaborar un diagnóstico específico, pero algunas veces no es así y solo se puede realizar un diagnóstico de sospecha.